lunes, 14 de febrero de 2011

HISTORIA DE LA FORTALEZA DE SAN FERNANDO


La fortaleza de san Fernando de Omoa fue declarada monumento nacional mediante el decreto n. 93 del 20 de marzo de 1959 quedando bajo la protección del Instituto Hondureño de Antropología y Historia

En aquel tiempo fue tierra arenosa porque la tierra retenía demasiada agua cuando llovía, y humedecía las paredes, desgastándolas y haciéndolas menos resistentes. Las paredes eran hechas mayoritariamente por piedras y coral, para que fuesen bastante resistentes. Algunas de las bóvedas tenían barrotes muy gruesos, porque un tiempo fue usado como prisión.
Durante la colonia fue el puerto más importante en la costa atlántica de Centroamérica, ya que protegía del peligro al botín de plata y los pueblos de la costa, motivo por el cual fue atacada muchas de veces por los piratas y corsarios que buscaban adueñarse de las riquezas que desde las colonias se enviaba a España. Los caballos y caballeros subían a la parte de arriba, ya fuese para entregar cargamentos, para mirar o para pelear.
Cuando fue construido, éste quedaba a unos pocos metros de distancia del mar, razón por la cual fue atacado 3 veces por piratas. La primera vez fue por los ingleses, que la tomaron, fue la primera y última vez que extranjeros tomaron posesión del fuerte. Después, fue peleado y vuelto a recuperar por los españoles. La segunda vez, fue atacado por el pirata Luís, que era de origen francés. A pesar de que no causó tanto daño, sí robo varias cosas de valor. La tercera vez fue atacado por piratas, también, y esta vez, fue la de menos impacto.
Pero, aún cuando la amenaza de piratería había cesado. Y nuevamente, después de haber servido este propósito como oficina central de gobierno local, el fuerte fue utilizado como una prisión por las autoridades, y eventualmente fue abandonado por un buen tiempo.
Se dice que a algunos prisioneros se les condenaba a estar bajo una llave que tiraba una gota de agua helada a la vez, y así, al prisionero condenado se le iba enfriando poco a poco el cerebro hasta que éste quedaba congelado y moría. Se dice también que les decían que el que lograra quedar vivo después de todo esto, se le era perdonado y dejado libre. Uno de los muchachos fue condenado a esta tortura y logró salvarse, poniéndose una moneda en el lugar en el que caía la gota, y así logro salvarse de este castigo y que lo perdonaran.
Sin embargo, cuando le preguntaron a una señora que había vivido en el tiempo en el que este castigo era dado, si ella había oído hablar de esta tortura, respondió que nunca había oído hablar de tal cosa. Por lo que se dice, que posiblemente sólo es una leyenda o que lo decían a los prisioneros para darles miedo.
Realmente esto me parece curioso porque cuando el guía nos hablo de la historia de San Fernando de Omoa me pareció curioso que no nos hubiese hablado de esa historia o leyenda del hombre que se salvo por la moneda. ¿Será? Una leyenda o una historia verdadera.
Bueno eso no lo sabremos lo único que puedo decir es que si me hubiese gustado retroceder el tiempo y vivir o ver esos momentos que nunca se podrán retroceder.
Una ancla que encontraron que pesa 500 libras que la mantienen en una pequeña piscina con agua para que se pueda mantener o dure muchos años más, ¡curioso! Unos de los barcos que derrotaron y encuentran el ancla de tal barco.
Hoy el fuerte de San Fernando de Omoa es un monumento nacional abierto al público de lunes a viernes de 8 de la mañana a 4 de la tarde, y sábados y domingos de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Al lado de éste, se encuentra un museo que cuenta con material acerca de la fortaleza, una maqueta, armadura que usaban, etc.














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